Mi Barcelona

6 Mar

No siempre viví en Barcelona, pero me siento de allí. De pequeña vivía en un pueblo cercano, luego, nos fuimos a vivir a una isla y hace unos años volví a Barcelona, pero a Barcelona ciudad, que es la mejor ciudad del mundo.
En Barcelona todos nos hacemos barceloneses, como me imagino que en Nueva York uno se hace neoyorquino. Uno no es ya ni de España ni de Cataluña, simplemente es de Barcelona.
La verdad es que cuando me vine a vivir a Baviera, pensé que echaría mucho de menos la preciada ciudad condal, pero lo más duro fue la semana antes de venirme. Toda la tristeza, la nostalgia, la llorera, me vino antes de dejar la ciudad, de despedirme de la gente, de «mis lugares», sus calles, mi sala de esgrima (vaya un momentazo tristón, con la sala vacía por ser verano, aunque mejor.)
En Barcelona tenía «mis lugares», «mis rincones», que había ido haciendo míos a base de descubrirlos… Allí siempre iba a los sitios buscando diferentes rutas, muchas veces caminando, aunque fuera de punta a punta de la ciudad.
Para tomar algo con la gente de esgrima, me encantaba ir al «Bar Tomás». Dicen que tienen las mejores bravas de Barcelona, aunque a mí no me parecen patatas bravas. Son patatas con alioli y pimentón, pero están riquísimas igualmente. Si me preguntan cuál es mi plato preferido diré: «las tapas». Pues el Bar Tomás es un buen lugar para disfrutar de «mi comida preferida».
Para merendar me gustaba ir al «Cup&cake» de la calle Enric Granados (una de mis calles preferidas de toda Barcelona). Tienen unos Cup Cakes buenísimos… Aunque hay otro lugar de Cup cakes en la calle Bisbe Sivilla buenísimo, y no sabría decir cuál de los dos es mejor. Lo que ocurre es que Enric Granados queda siempre mucho más a mano, pero vamos, yo era bien capaz de ir hasta el pie del Tibidabo por un buen Cup cake.
Teníamos otro lugar preferido para las tapas, muy cerquita de las Ramblas, por la parte de arriba y a mano derecha. Nunca supe el nombre (creo que no tiene ni letrero), pero sus tapas están buenísimas y a muy buen precio.
Y ya estando por el Raval, pederse por sus calles es un «lujo». Puedes acabar comprando pastelitos turcos (muy cerca de las señoras que venden su cuerpo), viendo a los patinadores de delante del Macba, tomando algo en el Carrer Hospital, dejarte llevar en la librería La Central (donde van los más intelectuales de Barcelona), o entrar a curiosear en la tienda del Liceu (es una tienda encantadora).
Y si pasamos al otro lado de las ramblas, entonces hay un lugar de pinchos (tipo vascos) que es una maravilla, y ¡no por estar en la misma plaza de la Catedral es más caro!
Si tienes suerte, quizás encuentres al grupo de la Escola de Gospel y presencies un recital. He tenido la suerte de escucharlos (y verlos) un par de veces.
Por supuesto, las calles del Gótico son totalmente para perderse y encontrar joyas que luego te costará volver a encontrar, como la tienda «Como agua de Mayo».

Una de las calles a las que ibas a dar paseando por el Gótico, aunque si lo buscabas, nunca lo encontrabas...

Una de las calles a las que ibas a dar paseando por el Gótico, aunque si lo buscabas, nunca lo encontrabas…


Y si te acercas a la Plaça del Pi, tendrás un estupendo paseo para echar la tarde. Cerca, se puede tomar un chocolate en la calle Petrixoll. Y si lo que te apetece es más bien un helado, en una de las calles que desembocan en la Plaça Sant Jaume hay una heladería enorme, de esas en las que te dan a probar sabores antes de que te decidas.
Otra opción para un helado, es ya en el Born. Hay una heladería pequeña en la que si quieres, le echan chocolate caliente a tu helado (por unos 50 céntimos más). A veces simplemente se me antojaba y había que ir hasta allí.
En el Born hay numerosas tiendas de diseño, aunque bastante caras.
Desde allí, habría dos opciones, o dejarse arrastrar hasta la Ciudadela,
Parc de la Ciutadella... No tan grande como el retiro, no tan original como el parc Güell, pero simplemente es encantador.

Parc de la Ciutadella… No tan grande como el retiro, no tan original como el parc Güell, pero simplemente es encantador.

con ese encanto especial (vale, no son los Jardines de Luxemburgo de Paris, pero tampoco está nada mal), o subir hacia la Plaça Sant Pere, a cenarse una señora Piadina como Dios manda. Desde que las descubrí, las prefiero mil veces a las pizzas. Pero han de ser las Piadinas de Santa Piadina, que las hacen con los mejores ingredientes (cebolla caramelizada, Speck, queso Fontina, mmmmmm).
Por allí hay otro lugar de Cup Cakes, no es tan bueno como los dos que he mencionado antes, pero estando en las cercanías, también vale. Y bueno, tienen tartas también muy buenas.
Y volver por todo el Eixample caminando hasta el paseo de Gracia me trae recuerdos de cuando trabajaba por allí, y nunca me daban ganas de coger el metro, por la de calles y edificios señoriales que te encontrabas, totalmente agradable en una tarde de diario. Aunque también me trae recuerdos de la última manifestación a la que fuimos, y justo fuimos a dar al lugar de los disturbios, con lo que acabamos gaseados (creo que poca gente sabe lo que son los gases lacrimógenos. Yo lo sé y es más que desagradable).
Llegaría al gran Paseo de Gracia, que recorrería de abajo arriba, asomándome a los escaparates de las tiendas caras, quizás entrando en Hoss Intropía, seguro en La Casa del libro. No podría dejar de admirar «La casa Batlló» ni «la Pedrera», que aunque las hayas visto millones de veces, siempre te sorprenden, como si fuera la primera vez.
Pasaría por delante del «Atellier» de mi diseñador. Qué recuerdos…Comprarme el vestido de novia fue uno de los mayores tragos de mi vida, pero también de los momentos más curiosos, divertidos, peculiares, ¿exclusivos?, diferentes de mi vida. Aunque tuvo momentos horribles, ahora lo recuerdo con cariño. Sobre todo a mi gran y definitivo diseñador. Quizás algún día contaré esa historia, que es toda una odisea.
Entre las calles circundantes: Rambla Catalunya, Diagonal, paralelas o perpendiculares, encontraría mis tiendas preferidas como «Maje Paris», «Comptoir des Cotonniers», «Sandro», «Hakei», o ya me llegaría hasta la Illa, en la que están todas juntas, junto con «Les Petites», etc…
¡Pero no podría dejar de ir al barrio de Gracia! , eso sí, pasando por la Casa Fuster (una vez fuimos a un concierto de Jazz allí). En Gracia hay miles de restaurantes… En concreto, una crepería en la calle Torrent de l’Olla. Y ¿cómo no? El teatreneu muy cerca, en el que suele haber obras de teatro de improvisación tipo «Improshow», con las que te partes de la risa (esos chicos son buenísimos).
Por supuesto, no puedo olvidarme de mi cine preferido, el Floridablanca. ¿Cuántas veces habré ido? (casi siempre caminando desde Plaza España). Siempre pasábamos por delante de un bar de empanadillas argentinas que siempre estaba lleno y al que nunca nos había dado por entrar, hasta justo antes de venirnos. ¡Vaya descubrimiento! Tienen empanadillas de casi de todo ¡y están buenísimas! A muy buen precio (normal que siempre estuviera lleno).
Pero también me gustaba ir al cine Icaria (en la Villa Olímpica), sobre todo sola a la sesión matinal de un fin de semana. Alguna vez me encontré compartiendo la sala sólo con dos o tres personas.
Y bajarse del metro en Maria Cristina y encontrarte con aquella pareja de hermanos (eran hermanos porque se parecían mucho), que uno tocaba el violín y otro la guitarra, no tenía precio. ¡Vaya par de talentos!
Muy cerca está el Barrio de Les Corts, uno de mis preferidos por parecer un pueblo en medio de la gran Urbe. La plaza de la Concordia era uno de mis lugares preferidos para sentarse y tomarse algo (aunque casi siempre estaban ocupadas las mesas de todas sus terrazas, normal).
En fin, y pasear por Montjuic, escalar en la Foixarda (aunque ya no está habilitado), ir a una exposición en el Caixaforum, el restaurante Market por Sant Antoni… ¡Hasta Sants tenía sus lugares! Hay una plaza muy agradable entre la estación y Creu Coberta.
Yo pensaba que no tenía morriña, pero alguien me ha hablado un par de cosas de Barcelona y creo que me ha venido toda de golpe. Sniff, sniff…
A los que estéis cerca, ¡disfrutad de Barcelona! Es vuestra, como lo fue mía.
Espero haberos mostrado algún lugar que no conociérais, pues es mi legado.

9 respuestas to “Mi Barcelona”

  1. Mireia 6 de marzo de 2013 a 15:47 #

    Este domingo estuve yo paseando por Barcelona… Me recordó a nuestras caminatas…
    Muakis

  2. stuffensincliff 6 de marzo de 2013 a 15:52 #

    ¡¡Ayhhhh!! ¡¡Mireia!! ¡Ahora sí que lloro! ¡Comámonos una Piadina esta noche! Qué recuerdos, que bonitos momentos y grandes paseos hemos tenido, ¿eh? (Vale, caminatas, jajaja, a algunos os hemos molido bien… PERO MUY BIEN LO LLEVÁBAIS!) Gracias por aguantar mi ritmo. Muakis

    • Mireia 6 de marzo de 2013 a 19:35 #

      Ha sido todo un placer… Estoy deseando que vengas por aquí para repetirlo tantas veces como hagan falta… Y por supuesto a saborear las deliciosas piadinas… Muakis

    • Mireia 6 de marzo de 2013 a 20:39 #

      Por cierto dile al Borja que el domingo hacen la calçotada, si se quiere venir… Jejeje!!! 😉

      • stuffensincliff 6 de marzo de 2013 a 22:34 #

        Jaja, el Borja dice que: – Mmmmmm. 🙂

  3. pilarvv 6 de marzo de 2013 a 19:17 #

    Me ha encantado pasear contigo.

    Un beso

    • stuffensincliff 6 de marzo de 2013 a 22:34 #

      ¡Muchas gracias Pilar! Encantada yo de que me hayas acompañado. 🙂 . Muakis

  4. 00kar00 15 de marzo de 2013 a 02:24 #

    Yo creo que todavía se puede escalar en la fuixarda… Por lo menos, un amigo me dijo hace poco de ir a escalar allí…

    • stuffensincliff 15 de marzo de 2013 a 14:34 #

      No sé, cuando nos fuimos, primero habían cortado para acceder a la zona de roca natural (las piedras se caían), pero creo que en el túnel sí que se podía escalar (más bien buildering). Luego no sé si también cerraron eso, pero abrieron un Climbat (de pago). Y ahora ni idea de cómo están las cosas, si se ha arreglado algo, si se puede escalar en el túnel (donde los infectados, como yo les llamaba…), o qué… Quizás tu amigo es uno de los «infectados» del tunel, quizás paga para el rocódromo cubierto (Climbat). Ich weiß es nicht. 🙂

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